¿Qué es el reino de Dios?

Cuando Jesús estuvo en la Tierra hace 2.000 años, ¿qué enseñó? ¿Cuál fue su mensaje?

Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. (Marcos 1:14-15)

Dondequiera que iba Jesús, proclamaba el evangelio. La palabra evangelio significa “buenas noticias.”

¿Cuáles son las buenas noticias que Jesús proclamó? Que el reino de Dios ya estaba cerca. De hecho, Jesús dijo que esta era la razón por la que había venido:

Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. (Lucas 4:43)

¿Qué es el reino de Dios?

Cuando Jesucristo vuelva, las voces celestiales anunciarán: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15). Jesucristo se convertirá en el Rey de la Tierra. El mundo será su reino, el reino de Dios.

Al principio, las naciones del mundo no aceptarán el gobierno de Cristo. Ellas pelearán contra Cristo en Jerusalén, nueve días después de que se anuncie el reino de Dios. Pero Jesucristo derrotará a los ejércitos del mundo en ese día, y establecerá su reino en la Tierra.

Algunos piensan que el reino de Dios estará en el cielo, porque en el libro de Mateo, el reino de Dios se llama “el reino de los cielos”. “El reino de Dios” y “el reino de los cielos” significan lo mismo (Mateo 19:23, 24). El reino de Dios vendrá del cielo, pero se establecerá en la tierra (Mateo 5:5; 6:10).

¿Recuerda la visión de la imagen de Daniel 2, que representaba la secuencia de imperios mundiales desde la época de la antigua Babilonia hasta nuestros días? Al final de la visión, una piedra destrozó la imagen en los pies, y la piedra se convirtió en un monte. Este monte representa el reino de Dios:

“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.” (Daniel 2:44)

Después de que la bestia y el falso profeta sean derrotados (Apocalipsis 19:20), los santos—los que fielmente siguen a Dios en esta vida—gobernarán el mundo con Cristo.

El reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán. (Daniel 7:27)

Esto también se describe en el libro de Apocalipsis:

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apocalipsis 20:4, énfasis añadido)

El reino de Dios comenzará en la Tierra con un reinado de Jesucristo de 1.000 años (Apocalipsis 5:10).

Jesús no será el único gobernante. Él será “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16). David resucitará y se convertirá en rey (o príncipe) sobre Israel (Ezequiel 37:24-25). Los 12 apóstoles gobernarán las 12 tribus de Israel (Mateo 19:28). Otros que siguen fielmente a Dios ahora gobernarán sobre las ciudades (Lucas 19:11-19). Dios eliminará a todos los líderes egoístas de este mundo y los sustituirá por sus siervos, que enseñarán a la gente el estilo de vida de Dios (Jeremías 3:15; Isaías 30:20-22).

¿Cómo será el reino de Dios?

Los 1.000 años serán una época de paz increíble. Jesús enseñará a la gente el camino a la paz:

Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. (Miqueas 4:1-4).

Los países que han sido enemigos durante muchas generaciones estarán en paz:

En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad (Isaías 19:24, 25).

La gente tendrá su propia tierra y abundante alimento para comer:

He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo. (Amós 9:13-15).

Jesús sanará a los discapacitados:

Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad (Isaías 35:5-6).

El verdadero cristianismo será universal

Durante mil años, no habrá más engaño. Cuando Jesucristo regrese, Satanás, quien engaña al mundo, será puesto en una prisión (Apocalipsis 20:1-3).

Durante mil años, todos aprenderán la verdad. Habrá una sola religión.

Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. (Jeremías 31:34).

Durante este reinado de 1.000 años de Cristo, todos guardarán el sábado:

Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová (Isaías 66:23).

El día de reposo sabático es en realidad un símbolo del gobierno de 1.000 años de Jesucristo en la Tierra (Hebreos 4:4-8). La Biblia también dice que los cristianos de hoy deben descansar en sábado, así como Dios descansó en el séptimo día de la creación, si quieren entrar en el reino de Dios:

Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia (Hebreos 4:9-11).

Dios le ha dado a la humanidad seis días por semana para que haga su trabajo (Éxodo 20:9). Estos seis días representan los 6.000 años que Dios le dio al hombre para tratar de gobernarse a sí mismo (2 Pedro 3:8). Pero el séptimo día, que representa el gobierno de 1.000 años de Cristo en la Tierra, pertenece a Dios (Éxodo 20:10).

La Fiesta de los Tabernáculos, que viene unos días después del Día de la Expiación, también representa el gobierno de 1.000 años de Cristo. Cuando Cristo sea Rey de la Tierra, todas las naciones guardarán las fiestas de Dios:

Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Zacarías 14:16-18)

¿Por qué hay tanta confusión hoy?

El cristianismo moderno ha rechazado la mayor parte de lo que Jesucristo enseñó. Ha rechazado el sábado, que predice el reinado de 1.000 años de Cristo. Ha rechazado las fiestas de Dios que revelan el plan de salvación de Dios. Ha rechazado la ley de Dios, que será la ley del reino de Dios. Ha olvidado que el evangelio es la buena noticia sobre el reino de Dios. Ha reemplazado el verdadero evangelio “para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo” (Gálatas 1:6-7).

¿Por qué hay tanta confusión?

Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios (2 Corintios 4:3-4).

¿Quién es “el dios de este siglo”? ¿Quién es “el príncipe de este mundo” (Juan 14:30)? ¿Quién “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9)? ¿Quién es el líder del cristianismo popular (2 Corintios 11:13-15)?

El reino de Dios todavía no ha llegado (Juan 18:36). En este momento, Satanás es el líder de este mundo (Lucas 4:5-6).

¡Piénselo!

No es el plan de Dios que todos comprendan los misterios de su reino ahora. Cuando Cristo vino, solo reveló los misterios del reino de Dios a unos pocos. Jesús les dijo a sus discípulos: “A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan” (Lucas 8:10).

Entonces ¿qué está haciendo Dios ahora? Él está entrenando a los líderes de su reino.

En este momento, solo aquellos a quienes Dios llama pueden ir a Cristo (Juan 6:44, 65). Los que entienden el mensaje de Cristo ahora y lo siguen fielmente, resucitarán cuando Cristo regrese y lo ayudarán a gobernar el reino de Dios (Apocalipsis 20:4).

En el reino de Dios, Dios quitará el velo que ciega a todas las naciones:

Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.

En ese momento, cuando Jesucristo sea el gobernante del mundo, todos serán enseñados por Dios (Juan 6:45; Isaías 54:13).

Dios tiene un plan maravilloso para todas las personas, incluyendo a todos los que ya han muerto. Aprenderemos más de eso en la próxima lección. Pero si usted entiende las buenas noticias del reino de Dios ahora, tal vez Dios lo esté llamando a gobernar con Cristo en el reino de Dios.

La pregunta es: ¿qué va a hacer al respecto?

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. (Mateo 22:14)

Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará. (Lucas 8:18)

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina (Mateo 7:21-27).

Cuando Dios le da entendimiento, él espera que usted responda haciendo lo que él le pide.

¿Qué va a hacer?

Para aprender más sobre el día de reposo, puede leer ¿Cuál es el verdadero día de reposo?